porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

24.4.09

Implosión

Historia. Ciudades y zonas rurales. Fábricas. Capitalismo. Obreros. Salarios bajos. Máquinas. Revolución industrial. Arado de hierro. Burgueses. Circulación del dinero. Latifundios. Terratenientes. ella. ella. ELLA.

Mi mente estaba tranquila (aunque bastante aburrida), escuchando al todavía-no-querido profesor de historia cuando, no sé bien cómo ni por qué, apareció su imagen en mi cabeza. Empecé a acordarme de momentos que vivimos juntas. Ella y yo, yo y ella. Y mis hermanas. Y tal vez papá y mamá. Y mis primas y los tíos. Un recuerdo en parte alegre y en parte nostálgico. Un rato después me encontré imaginándome sus últimos momentos. Esos que yo, por suerte, no tuve que ver. Pero papá sí. Me desvié pensando en cómo los sufrió él. Casi se me escapa una lágrima. Lo evité. Supe que si salía una, salían mil. Y... recien estamos en abril. Todavía no es momento de estallar.

2.4.09

Todo llega (cuando menos lo esperás)

Mamá no quiere que salga el miércoles que viene a la noche, porque dice que jueves y viernes santo son una fecha para reflexionar y no para utilizar como feriado común y poder salir. Lo que yo pienso a todo esto (y claro que se lo dije), que para pensar en el espíritu (ella pretendía que en eso piense), no se necesita un día, no se necesita faltar al colegio ni que te digan "hoy hace muchos años murió Jesús", ni "hoy hace muchos años resucitó Jesús". Si no que, las mejores reflexiones y conclusiones son las que llegan en los momentos más espontáneos, menos esperados.

Puede pasarte cuando volvías del colectivo y estabas prestando atención sólo a la música que sonaba en tus oídos; cuando te estabas bañando y cantabas (o mejor dicho gritabas) con toda tu energía esa canción que no para de darte vueltas por la cabeza, o cuando estás en el boliche meneando a más no poder. Parece gracioso, pero en realidad cuando uno más busca esa "reflexión religiosa", es cuando menos llega. Y, sorprendente pero positivamente para mí, mamá me contestó: sí, es verdad, en eso tenés razón.